viernes, 25 de octubre de 2013

LUCIO PABÓN NÜÑEZ
1913-1988

El 19 de julio de 1988 falleció en Bogotá el Dr. Lucio Pabón
Núñez, ilustre escritor, jurisconsulto, político y académico colombiano.
Había nacido en Convención, departamento de Norte de Santander,
el 21 de octubre de 1913. Fue Miembro Honorario del Instituto Caro y
Cuervo y por varios años formó parte de su Junta Directiva. Colaboró
en Noticias Culturales y en Thesaurus.
Digno discípulo del R. P. Félix Restrepo, en la restaurada Universidad Javeriana de Bogotá, D. Lucio Pabón Núñez sirvió a la patria
con su pensamiento, con su acción, con su actividad literaria; fue
parlamentario, gobernador, ministro, diplomático, promotor del progreso y de la cultura nacionales. Fue miembro de número de la
Academia Colombiana, correspondiente de la Real Academia Española,
miembro de número de la Academia Colombiana de Historia y de
muchas otras corporaciones doctas.
Bolívar, alfarero de repúblicas; Bolívar, hombre de las constituciones; El pensamiento político del Libertador, y Bolívar regresa a
España son las obras que aportan mayor testimonio de la nobleza
y la coherencia con que el Dr. Pabón Núñez estudió y enseñó la
obra del Padre de la Patria.
Como ofrenda imperecedera a su región natal, D. Lucio Pabón
Núñez fundó la Biblioteca de Autores Ocañeros — publicada en la
Imprenta Patriótica del Instituto Caro y Cuervo—, consagrada a la
historia, la poesía, la crítica, las artes y las letras de la provincia que
hospedó a los representantes de la naciente República de Colombia
que asistieron a la Convención de Ocaña. El Dr. Pabón Núñez dirigió
la mencionada Biblioteca en asocio de Jorge Pacheco Quintero, y quiso
confiarla al cuidado editorial del Instituto. De ella se han publicado
veinte volúmenes. El temo 21 será una hueva edición de El pensamiento político del Libertador que el Dr. Pabón dejó lista para esta
colección.
Su sentido de la historiografía lo llevó a crear el Instituto Colombiano de Estudios Históricos —lamentablemente no continuado
al retiro del Dr. Pabón Núñez del gobierno—, que estaba llamado a la exaltación de nuestro pasado nacional y de manera especial a la
formación de jóvenes investigadores que prestaran su colaboración
científica a las universidades, academias y centros de historia.
Conocía las letras españolas, y a los clásicos castellanos dedicó
especiales horas de fructíferas tareas. Del Quijote y de la Mancha,
Por la Mancha de Cervantes y Quevedo y Tres meditaciones sobre
Fray Luis de León, aparecido éste en Thesaurus, son ensayos que
ahondan en campos de nuestra historia literaria, junto con Caro,
poeta de la je, de la patria y del hogar, y otros prólogos en que presentaba a algunos de los autores de la literatura colombiana.
El Dr. Pabón Núñez fue siempre amigo, animador, protector y
cooperador del Instituto Caro y Cuervo. En su calidad de director de
las páginas literarias de El Siglo dio acogida a los escritos de los
investigadores del Instituto y elogió y difundió las obras de éste. Asimismo impulsó las tareas y publicaciones del Instituto durante el
tiempo en que desempeñó el cargo de Ministro de Educación Nacional.
Como integrante del Congreso de la República estimuló la actividad
del Instituto, tanto en la Cámara como en el Senado, corporaciones
en las cuales presentó varios proyectos de leyes relacionados con nuestra
institución, que fueron aprobadas; ejerció constante vigilancia sobre
las partidas asignadas al Instituto en el Presupuesto Nacional y obtuvo
la concesión de auxilios fiscales para algunos proyectos del Instituto.
La mayor contribución económica al desarrollo de nuestra entidad
fue la cuantiosa asignación que, cuando era Ministro de Gobierno,
quiso que fuera destinada al Instituto, con la cual fue adquirida la
Hacienda de Yerbabuena y se adelantaron las edificaciones de la sede
del Instituto, hoy monumento nacional.
Aun de mayor trascendencia fue su participación, desde la mencionada cartera ministerial, en la expedición del Decreto Ley 1993 de
1954, orgánico del Caro y Cuervo, por el cual éste adquirió la categoría
de organismo descentralizado, con personería jurídica, autonomía, capacidad patrimonial y facultad para establecer relaciones y convenios
con entidades y organismos nacionales e internacionales.
Su recia personalidad, la firmeza de sus ejecutorias, su profunda
fe católica, su patriotismo y su vida ejemplar le permitieron al Dr.
Lucio Pabón Núñez realizar un trascendental aporte a la cultura, al
desarrollo y a la grandeza de Colombia.
El Instituto Caro y Cuervo expresó su sentimiento de pesar por
el fallecimiento del Dr. Lucio Pabón Núñez mediante los siguientes documentos:
RESOLUCIÓN NÚMERO 10336 DE 1988
por la cual se lamenta el fallecimiento del doctor Lucio Pabón Núñcz.
EL DIRECTOR PROFESOR DEL INSTITUTO CARO Y CUERVO
en uso de sus atribuciones legales, y
C O N S I D E R A N D O :
Que el día de hoy falleció en la ciudad de Bogotá el doctor Lucio Pabón
Núñez, Miembro Honorario y Miembro de la Junta Directiva del Instituto
Caro y Cuervo;
Que el doctor Pabón Núñez fue promotor destacado en la reorganización
del Instituto como ente descentralizado, gestión plasmada en el Decreto Ley 1993
de 1954;
Que el doctor Pabón Núñez perteneció a importantes instituciones como
la Academia Colombiana de la Lengua, la Academia de Historia, la Academia
de Historia de Ocaña;
Que el doctor Pabón Núñez consagró su vida a la patria y al fomento de
las letras colombianas mediante la publicación de numerosas y selectas obras, la
fundación de la Biblioteca de Autores Ocañeros, la formulación de brillantes
tesis y, en general, a través de sus valiosos estudios literarios e históricos;
Que el doctor Pabón Núñez prestó invaluables servicios al país como Senador
de la República durante más de veinte años;
Que por su talento, brillantez y amplios conocimientos fue convocado por
el Gobierno Nacional para desempeñar cargos de alta responsabilidad como
Ministro de Gobierno, Ministro de Educación Nacional, Embajador y Miembro
de delegaciones colombianas al exterior;
Que sobresalió como ciudadano y como ejemplar jefe de familia por su
rectitud y por la práctica de sus singulares virtudes,
R E S U E L V E :
ARTÍCULO PRIMERO. — Lamentar profundamente el fallecimiento de tan
ilustre personaje y señalar su vida y su obra como modelo de dignidad y consagración al servicio de los colombianos.
ARTÍCULO SECUNDO. — Presentar a su distinguida familia la más sentida
condolencia de las Directivas del Instituto y de todos sus colaboradores.
ARTÍCULO TERCERO. — Ordenar la colocación de un retrato del ilustre ciudadano en la sede del Instituto Caro y Cuervo en Yerbabucna.
ARTÍCULO CUARTO. — Copia de la presente resolución será enviada a sus
familiares, a la Academia Colombiana de la Lengua, a la Academia de Historia
y a la Academia de Historia de Ocaña en nota de estilo.412  V A R I A  T H . XLIII, 1988
COMUNÍQUESE Y CÚMPLASE.
Dada en Bogoti, a los 19 días del mes de julio de 1988.
EL DIRECTOR PROFESOR DEL INSTITUTO CARO V CUERVO,
IGNACIO CHAVES CUEVAS
EL SECRETARIO, ENCARGADO,
CARLOS JULIO LUQUE CAGUA
ACUERDO NÚMERO 588 DE 1988
por el cual se honra la memoria del doctor Lucio Pabón Núñez.
LA JUNTA DIRECTIVA DEL INSTITUTO CARO Y CUERVO
en uso de sus atribuciones legales, y
C O N S I D E R A N D O :
Que el día 19 de julio de 1988 falleció en esta ciudad de Bogotá el doctor
Lucio Pabón Núñez, Miembro Honorario del Instituto Caro y Cuervo y Miembro de la Junta Directiva;
Que durante su larga vida pública el doctor Pabón Núñez se destacó en el
panorama de las letras colombianas como dueño de una prosa castigada y culta
y autor de varios libros en los cuales se reflejan sus vastos conocimientos y su
seria formación humanística;
Que el doctor Lucio Pabón Núñez fue Miembro de Número de la Academia
Colombiana de la Lengua, de la Academia Colombiana de Historia y de otras
corporaciones doctas, nacionales y extranjeras;
Que, en su quehacer político, el doctor Pabón Núñez, descolló con brillo
como Representante y Senador de la República en varias legislaturas;
Que asimismo, el doctor Lucio Pabón Núñez, al servicio del Estado, ocupó
los Ministerios de Educación Nacional, de Guerra y de Gobierno y representó
a la Nación como Jefe de varias Misiones Diplomáticas;
Que el doctor Pabón Núñez demostró siempre una especial predilección
por el Instituto, su finalidad y sus obras;
Que el doctor Lucio Pabón Núñez fue uno de los promotores de la organización de) Instituto como establecimiento público descentralizado, mediante el
Decreto Ley 1993 de 1954;
Que, en su carácter de Ministro del Despacho, el doctor Pabón Núñez fue
factor decisivo en el logro de la destinación de una partida extraordinaria para
la adquisición de la histórica casa de la Hacienda Yerbabucna con el objeto
de que allí se edificara la sede principal del Instituto;
Que promovió la Biblioteca de Autores Ocañeros, editada por el Instituto
Caro y Cuervo en asocio de la Escuela de Bellas Artes de Ocaña, Biblioteca que
dirigió intelcctualmente y patrocinó económicamente mediante la destinación de
partidas especiales en el Presupuesto Nacional, y de donaciones privadas;T H . xLiii, 1988  V A R I A 413
Que, al tener conocimiento del deceso del doctor Lucio Pabón Núñez,
el Director Profesor del Instituto lo deploró por medio de la Resolución Número
10.336 de 19 de julio de 1988 y ordenó en la misma providencia la colocación
de un retrato del ilustre personaje, que perpetúe su memoria, en la sede de
Yerbabuena,
ACUERDA:
ARTÍCULO PRIMERO. — Honrar la memoria del doctor Lucio PABÓN NÚÑEZ
y ratificar la decisión del Director Profesor de colocar un retrato del ilustre hombre
público y benefactor del Instituto en la Galena de Yerbabuena.
ARTÍCULO SECUNDO. — El texto del presente Acuerdo, en nota de estilo, se
hará llegar a la familia del doctor PABÓN NÚÑEZ y a las Academias Colombianas
de la Lengua y de la Historia.
COMUNÍQUESE Y CÚMPLASE.
Dado en Bogotá, a los 29 dias de noviembre de 1988.
LA PRESIDENTE DE LA JUNTA DIRECTIVA DEL INSTITUTO CARO y CUERVO,
LUZ HELENA ZABALA
Asesora del Ministro de Educación Nacional
EL SECRETARIO, ENCARGADO,
GUILLERMO RUIZ LARA
EXEQUIAS DEL DOCTOR LUCIO PABÓN NÚÑEZ
Las exequias del  D r. Lucio Pabón  N ú ñ ez se oficiaron en Bogotá
el 20 de julio de 1988 en la iglesia de Cristo Rey.  En ellas llevaron
la palabra el señor obispo de la diócesis de Ocaña —c oma r ca natal
del Dr. Pabón  N ú ñ e z —, el subdirector de la Academia Colombiana
de la Lengua P. Manuel Briceño Jáuregui S. I. y el Dr. Antonio
Cacua Pr ada, miembro de núme ro de la Academia Colombiana de
Hi s tor i a. A continuación presentamos estas oraciones fúnebres.
El Excmo. Sr. Ignacio Gómez Aristizábal, obispo de Ocaña, leyó
esta homilía:
«He peleado la buena batalla, he concluido la
carrera, me he mantenido fiel. Solo me resta recibir
la corona que me dará el justo Juez» (II TIMOTEO
4, 7-8).
La personalidad vigorosa del doctor Lucio Pabón Núñez, la figura más
grande en el campo de las letras que ha dado la provincia de Ocaña en su
cuatricentenaria historia, después de José Eusebio Caro, descansa en la Paz del
Señor.

Este bastión insigne de las tierras Hacahtamas, gloria del departamento de
Norte de Santander, con méritos bien reconocidos a lo largo y ancho del país
y más allá de las fronteras colombianas, nos da hoy su última despedida, para
ir a la Patria celeste y recibir su merecida recompensa.
Muchos cantarán las glorias de su vasta y envidiable cultura como historiador, filólogo, literato y político.
Pero nosotros en el seno de esta asamblea litúrgica, en la que tenemos el
encuentro más intenso y cercano con nuestro Dios, que pueda darse, cantaremos
su religiosidad, su cclesialidad y su catolicidad.
Su religiosidad cristiana, porque tenía conciencia muy clara de la presencia
del Espíritu Santo en la interioridad de su ser, que le dinamizaba y le impulsaba
cada día hacia acciones más perfectas ante Dios y ante los hombres. Sabía
corresponder a los impulsos de la gracia para producir frutos de exquisito
humanismo.
¿Quién de nosotros podrá negar que vivió más para los demás que para
sí mismo? ¿y que valoró mucho más el ser que el tener?
Paradójicamente murió pobre y rico.
Pobre en bienes materiales, los que nunca codició, porque vio en ellos,
no una razón de fin, sino de medio: por el gran aprecio que tuvo por los
bienes de orden superior, porque comprendió claramente que el dinero en exceso
obnubila la mente y endurece el corazón y que al hombre le basta el pan de
cada día; y porque para sus acciones de política partidista no necesitaba ganarse
la voluntad de sus electores con recursos materiales, ya que sus valores intrínsecos
conquistaban las adhesiones.
Muere rico, sí, en la posesión de un extenso y profundo patrimonio cultural,
consignado afortunadamente en un gran número de libros y revistas que han
alimentado y alimentarán las mentes de numerosas generaciones presentes y
futuras.
Rico en un acervo de virtudes cristianas, fruto de la acción del Espíritu Santo
que habitaba en su corazón, y de su generosa correspondencia a la gracia divina.
¿Quién de nosotros no constató el gran gobierno y dominio del sí mismo
que siempre lo caracterizó? ¿La bondad exquisita para acoger a cuantos a él se
acercaban? ¿La honradez espiritual, moral y cultural con fuertes repercusiones
en su vida externa?
La fidelidad de su vida conyugal, que hoy se puede considerar como
virtud heroica, pero tan rica en recompensas terrestres y celestes.
La entrega incondicional al servicio de su amadísima esposa y a la educación
de sus hijos, a los que amaba entrañablemente.
¿Quién de nosotros no recordará sus esfuerzos constantes para hacer llegar
los servicios del Estado a su provincia, a su departamento y a su país?
¿Y sobre todo, su accésit y su disciplina para cultivarse intelectual, moral
y religiosamente hasta alcanzar metas insospechadas?
Su eclesialidad y catolicidad, porque siempre fue un convencido de que
la Iglesia es el instrumento instituido por Jesucristo para que Dios y hombre
se encuentren y abracen en la expresián de un amor infinito; su eclesialidad y
catolicidad se ejercitaban en la búsqueda frecuente de los Santos Sacramentos
para recibir la corriente de la vida divina que Jesucristo quiere comunicar; y
porque siempre profesó gran afecto a los que han sido puestos por Dios para
pastorear y dirigir la Iglesia.


jueves, 26 de septiembre de 2013